lunes, 20 de mayo de 2013

Entrevista Noelia Alcaraz




Estamos llevando a cabo un proyecto sobre Calificación y Evaluación, para lo cual hemos utilizado varias fuentes de información, entre las q se encuentra la entrevista realizada a Noelia Alcaraz, Pedagoga y profesora en el departamento de Didáctica de la UCA.
En la entrevista preguntamos a Noelia que pensaba sobre la Calificación y la Evaluación en la escuela, si atendían o no a las necesidades de aprendizaje de los alumnos, las ventajas e inconvenientes que veía en ellas y como puede afectar una u otra, en el desarrollo del aprendizaje.
Como punto de partida, nos comenta que la calificación es una herramienta poderosa de control en la escuela que nos lleva a un sistema de desigualdad. Cuando los niños entran en la escuela vienen con desigualdades sociales, económicas, y cuando salen de ella se han convertido en diferencias.
Esto antes de entrar en la escuela nos parece injusto y al salir nos parece justo, lo peor de todo, es que justificamos esta diferencia, culpabilizando al propio alumno, que si no trabaja, no se ha esforzado, no se interesaba...
Para ella la calificación no tiene nada que ver con el aprendizaje, no atiende las necesidades de los alumnos. Con la calificación lo único que conseguimos es seleccionar, segregar, castigar, es negativa para el desarrollo del niño.
La escuela sería una fábrica, dónde los preparados saldrían por la puerta grande y los no preparados, serían desechados.  Los niños son calificados con notas, que se convierten en el pasaporte que los lleva en un futuro a ocupar un lugar en la sociedad, jerarquizándolos.
Nos comenta también, que valorar, medir el aprendizaje es imposible. ¿Cómo podemos saber lo que un niño ha aprendido o no?, la calificación no refleja la realidad de lo aprendido. Hay docentes que se empeñan en querer medirlo y padres que piensan que sin notas, sus hijos no han aprendido nada, los primeros pueden dejarse llevar por la ilusión de creer que pueden controlar lo que sus alumnos aprenden y los segundos por ver lo que sus hijos han aprendido en la escuela.
Todo esto nos lleva a pensar que calificar es ver la cantidad de lo aprendido, entendiendo en éste caso por aprender “memorizar”.
Para Noelia la Calificación, no sólo resta creatividad al alumno, sino que resta todo elemento educativo, tanto del profesor como del alumno., resta veracidad, transparencia, espontaneidad.
La       Calificación no da oportunidad al error, pues eso supondría salir por la puerta grande o pasar a formar parte de los desechos.
En cuanto a la Evaluación, nos comenta que es positiva, y que por sí misma atiende al aprendizaje, es algo natural en nuestras vidas. En nuestro día a día evaluamos todo lo que nos ocurre y les ocurre a los demás, observamos, opinamos, puede parecernos bien o mal, pero no vamos poniendo notas a los demás.
En el aprendizaje hay que arriesgarse, provocar la ambigüedad, el trabajo de los alumnos es de ellos y para ellos.
Para Noelia aprender tiene que ver con transformar tu mente, con tus sentimientos, con tus estructuras cognitivas, con tu manera de actuar y de interpretar, dónde además intervienen una serie de elementos, no sólo alumno y maestro, también la escuela, la familia, el aula, los materiales, la creatividad., para ello debemos conocer los problemas que hay en nuestras aulas, buscar la información en niños, padres y compartir inquietudes con el resto de compañeros y comunidad educativa, y una vez identificado, comprenderlo e intervenir para así poder mejrar el aprendizaje de los niños y maestros.
Una de las herramientas de evaluación usada por Noelia, es el portafolio. Sobre él nos comenta, que da igual el nombre con el que lo llamemos, lo importante es buscar la herramienta más apropiada para crear buenas condiciones de aprendizaje, hacer que los niños sean participantes activos en ese proceso, que sepan organizar, investigar, utilizar materiales, proyectos y sean conscientes de sus logros, en definitiva que sean dueños de su aprendizaje.
Concluyendo, ¿evaluación o calificación?, todo depende de lo que el profesor quiera hacer en sus aulas. Lo que tenemos claro es que la evaluación es el mejor camino para atender las necesidades de aprendizaje del alumno, siempre y cuando no sea utilizada como herramienta de calificación bajo el nombre de evaluación, porque si esto ocurriera puede llegar a ser aún peor, más cruel, calificando paso a paso todo el proceso.
Debemos desplazar todo lo que se pueda la calificación, si se está convencido de que lo mejor es evaluar, cada uno debe buscar las mejores herramientas, preocuparnos por conocer lo que ocurre en nuestras aulas, analizando, reflexionando para mejorarnos y mejorarlas día a día.
Cómo dice Noelia: “Los maestros somos diseñadores de contextos de aprendizaje y cuántos más ricos, mejor”.

viernes, 17 de mayo de 2013

¡Qué difícil es ser un buen maestro!



Es difícil ser un buen maestro, sufre y  se sacrifica por sus alumnos, busca todos los medios y herramientas  a su alcance para guiarlos en su aprendizaje, buscando como objetivo el desarrollo,  tanto intelectual como personal, persigue enseñarlos a que aprendan a afrontar la vida y su integración en sociedad de una manera humana, respetando a los demás como a sí mismo, les enseña a observar, analizar los problemas a los que deben enfrentarse, comprenderlos, y poder cambiarlos para mejorarlos, los educa en actitudes y valores, intenta hacerles entender que la reflexión es necesaria en su día  a día, para poder modificar  y mejorar sus estructuras cognitivas. Los buenos profesores buscan la felicidad de nuestros hijos, los educan,  y los hacen asumir unas competencias que propicien su desarrollo, que aumenten su autoestima y su autoconcepto.
¿Por qué entonces ésta profesión está tan desprestigiada?¿Por qué tan poco valorada y reconocida?
Llego a una conclusión muy personal, pienso  que no hay muchos profesionales  que realmente sean buenos maestros. Los que actualmente estudiamos para ser maestros, debemos asumir la responsabilidad de ser “buenos maestros”, debemos conseguir cambiar y modificar nuestras estructuras cognitivas, debemos abrirnos paso y conseguir que la escuela seamos todos, padres, profesores, alumnos y demás comunidad educativa, debemos abrir nuestras mentes los primeros para poder cambiar el/al  resto.
Esto puede resultar una ambigüedad, ¿por qué buscar lo difícil de hacer, teniendo ya esquemas predeterminados de trabajo a seguir?, pues precisamente porque lo difícil es lo que hace enriquecedora  la enseñanza, buscar caminos alternativos que nos lleven a nuestro objetivo, el aprendizaje de manera activa y autónoma de nuestros alumnos.
Evidentemente decirlo o escribirlo resulta muy fácil, hacerlo no tanto, nos debemos a una sociedad que nos marca un camino a seguir, como borregos, nos califica, nos segrega y nos jerarquiza, por ello el pilar fundamental de la escuela, el profesor, debe luchar para que sus alumnos, sus aulas, sean lugares donde los niños estén felices, vayan con ganas de aprender y se sientan todos iguales y con las mismas oportunidades,  ninguno inferior a otro. El profesor debe saber utilizar una metodología adecuada al ámbito de su aula, debe preocuparse por conocer los problemas que hay en ella, para poder comprenderlos, cambiarlos y mejorarlos. Nos obligan a calificar a unos niños desde su infancia, a separarlos por nivel de conocimiento o diferenciarlos cuantitativamente con notas, que casi nunca reflejarán la realidad de lo aprendido, no podemos permitir eso, debemos seguir un proceso que contribuya a que no se sientan inferiores, dónde el trabajo de cada uno y el de todos se valore por los esfuerzos realizados, el camino andado, no todos poseen las mismas aptitudes ni actitudes para el aprendizaje, pero debemos ser capaces de ver el esfuerzo realizado por cada uno.
Es algo difícil por no decir imposible saber lo que cada niño aprende, no se puede medir, podemos suponer durante ese proceso de evaluación lo que un niño aprende desde sus inicios siguiendo su trayectoria,  pero nunca cuantificar,  si medimos sus conocimientos nos apartamos de lo educativo, si atendemos a una enseñanza programada, seguimos seleccionando. ¿Por qué entonces calificar a todos por igual? Los maestros deben enfrentarse  a un desafío en sus aulas: la diversidad.
Cuando calificamos segregamos, pero a veces evaluando también segregamos, como dice Noelia Alcaraz: “La evaluación puede llegar a ser aún peor que la calificación si la persona que la utiliza no sabe”. Pienso igual que ella, una persona que no maneje la evaluación de forma que intente conseguir como objetivo el autodesarrollo del niño, claro está con la ayuda de un guía, sus reflexiones, sus aportaciones, ideas, trabajos, etc. puede hacer de la evaluación una tortura, pues no sólo calificaría un examen final de conocimientos, sino que calificaría el proceso, paso a paso, calificando cada uno de ellos,  consiguiendo que el niño no tenga márgenes para equivocarse, para ser creativo y aprender de errores propios y ajenos.
Por ello pienso que el buen profesor debe ser consciente de la parte de responsabilidad que le toca cuando está en el aula con sus alumno, ser consciente  que él es también parte importante de la educación de esos niños, debe conseguir ser guía no dictador de conocimientos y valores a seguir, tiene o tenemos que concienciarnos de la gran tarea que tenemos en nuestras manos, sentirnos satisfechos de nuestro trabajo. Ser buenos maestros depende de nosotros mismos, no depende de la metodología impuesta, de los contenidos impuestos en el curriculum,  ni de las leyes educativas que imperen en el momento. Cómo dice Paco Espadas  “no dejaremos de seguir enseñando contra ella y a pesar de ella”, en referencia  a la actual ley educativa que va a entrar en vigor.    Por todo ello debemos saber coger lo bueno de cada método, de cada idea, de cada reflexión, de cada ley, debemos ser conscientes de que lo más importante es crear las mejores condiciones para que nuestros alumnos aprendan.               
      

martes, 7 de mayo de 2013

Calificación o Evaluación



La sociedad en la que vivimos, tiene una idea, unos pensamientos   generalizados de lo que es la escuela y de cuál es su cometido.  Éste cometido no es ni más ni menos que  el de formar ciudadanos perfectos, encaminados a formar parte de una jerarquía social, dónde cada uno  ocupará un lugar  dentro de la escala social.  Pero claro, ¿quién decide el lugar que debe ocupar cada persona en esa escala?
Nos encontramos con una escuela dónde el maestro tiene el poder  y los alumnos son esponjas pasivas,  limitadas a  intentar asimilar los conocimientos que éste dice enseñarles,  enseñanzas que no siempre llegan a ser aprendizaje,  y que después mecánicamente,  son obligados a vomitar en pruebas externas, los exámenes, haciendo desaparecer toda posible muestra de creatividad.   El maestro, que dedica más tiempo a preparar la evaluación que la enseñanza,  para comprobar si sus objetivos previstos a principios de curso se han cumplido, calificará dichas pruebas, intentando medir el aprendizaje, siendo éstas la mayoría de las veces,  valoradas  bajo un punto de vista subjetivo.
 De esas calificaciones saldrán notas cuantitativas, unas serán muy buenas, otras serán  buenas, algunas medianamente aceptables y por supuesto malas.  Automáticamente sus dueños se encontrarán formando parte de una escala de notas, y no musical precisamente, que irá  de menos a más,  en la cual  el que consiga la mayor puntuación, ocupará el lugar más alto y  podrá acceder a los mejores  trabajos,  estatus elevados y  ocupar lugares privilegiados  en la escala social, mientras que los que no consigan buenas calificaciones serán relegados a los puestos de trabajo menos gratificantes y prestigiosos.
Si tanto hablamos de construir una escuela nueva, dónde se deben modificar los esquemas de éstos pensamientos anteriores, debemos luchar por una  escuela pública de verdad, una escuela de todos y para todos, con los mismos derechos y oportunidades, una escuela sin segregación, por todo ello debemos rechazar por completo “La Calificación”.
La Calificación es segregadora, discriminatoria, dónde sólo los buenos y los mejores triunfan, por ello debemos modificar nuestros esquemas tradicionales, debemos buscar el bienestar del alumno, para formar personas que puedan ir enfrentándose día a día a nuevos retos y problemas que se plantean en la vida real,  debemos dejar a un lado la Calificación, dando paso  a la  Evaluación, una Evaluación que devuelva la creatividad que arrancamos a los niños desde pequeños, una Evaluación  que debe usarse como herramienta con la cual podamos observar, tanto el profesor como el propio alumno, los procesos de desarrollo.
Dejemos a un lado la Calificación, y demos paso a la Evaluación, para poder comprender lo que nuestros alumnos necesitan para aprender, cambiar lo que no funciona y mejorar para llegar al que debería de ser nuestro objetivo, conseguir que los niños deseen aprender.

sábado, 27 de abril de 2013

¿Se puede saber ser maestro antes de ser maestro?


Entrevista Diego García sobre la formación de los maestros

Hace unos días entrevistamos a Diego García, profesor y asesor del CEP de Granada, al cual le planteábamos una serie de preguntas relacionadas con la formación del profesorado.
En cuanto a la formación de los profesores, Diego piensa que el problema empieza en la formación inicial recibida en la Universidad, ya que en ésta se sigue dando más importancia a la teoría, careciendo de las prácticas necesarias para que el profesor, cuando se incorpore a la escuela, esté preparado para enfrentarse a la verdadera realidad de las aulas.  Y en relación a los profesionales, el problema está en la falta de formación continua.
Como asesor del CEP de Granada, nos habla de esa formación permanente impartidas en los CEP.   Estos son centros subvencionados por fondos públicos, en la actualidad en la comunidad quedan unos 32, ya que los recortes también les ha afectado a ellos, degenerando en un descenso en la formación formal del profesorado.
En éstos centros se atienden las necesidades formativas desde distintas modalidades, presenciales, no presenciales, clases tradicionales, aunque existen otras como la autoformación, de la que nos comenta, que para él es la más potente.  Existen también  otras plataformas colaborativas, “Colabora”, dónde se intercambian opiniones e ideas.
Éstas necesidades o bien, son propuestos por la Consejería de Educación, por centros a petición de los profesores y por el CEP, dependiendo de las necesidades del momento y de los recursos económicos existentes, aunque a veces  no coinciden con la realidad, comentándonos que si tuviera que elegir él alguna interesante, se reducirían a dos o tres.
Con el avance de las nuevas tecnologías, las TIC, uno de los cursos más solicitados es el de pizarras digitales, pero tal como Diego nos comenta, ¿qué diferencia hay entre una pizarra digital y una convencional?, su finalidad es la misma, escribir, explicar o copiar los contenidos de una materia, por lo que podemos decir que no se trata de ningún avance en la enseñanza, no en lo que realmente se pretende, que los alumnos participen e interactúen, con maestros e iguales,  sean sujetos activos en el desarrollo de su aprendizaje.
En cuanto a la aplicación de esta formación en las aulas, lo que se pretende conseguir es aplicar simultáneamente lo que se va aprendiendo en los cursos, a ellas, con lo cual se conseguiría observar, paso a paso,  el desarrollo positivo o negativo en la práctica, de los conocimientos adquiridos, pero la realidad es que verificar esto es bastante difícil.
Le preguntamos a Diego, sobre cuál pensaba él que era  el motivo que impulsaba a los maestros a éstas formaciones permanentes. A ello nos comentaba que había de todo, profesionales comprometidos con la enseñanza, motivados por seguir aprendiendo e innovando y otros que sólo buscaban los sexenios, aunque ellos muy probablemente por la desmotivación existente ante los problemas de recortes, la situación de crisis que vivimos en la actualidad y el gran desprestigio que recae sobre la profesión docente.
En conclusión, ¿podemos saber ser maestros antes de ser maestros?, pienso que para ello la enseñanza tiene aún mucho que cambiar, empezando por las universidades, maestros y alumnos, toda la comunidad escolar debe involucrarse en innovar y cambiar las formas de enseñanza-aprendizaje.
Antes de llegar a ser profesionales, deberíamos encontrarnos con una formación que nos enseñe la realidad de nuestra futura profesión, la realidad de enfrentarnos a las aulas, conocer los problemas reales de unos niños que estarán en nuestras manos y de los que seremos en parte, responsables de su educación.  Debemos formarnos simultáneamente con los cambios, innovándonos con ellos, abrir nuestro “Maletín del Maestro” para buscar las diversas formas de motivar a unos niños influenciados por una sociedad individualista, hacerles ver que la formación no sólo depende del docente, sino también de ellos, ayudados por un guía, el maestro, al igual que éste tampoco debe dejarse llevar por los problemas que la sociedad le plantea, recortes, leyes educativas extrañas y descompensadas, debemos ser personas íntegras, fieles y comprometidas con nuestra vocación.
Debemos buscar un equilibrio, entre la necesidad de tener unos conocimientos, que indudablemente son necesarios para nuestra incorporación en la sociedad a la hora de conseguir un trabajo, y la forma de obtenerlos, ahí es donde todos debemos aportar nuestro granito de arena, buscando una enseñanza-aprendizaje didáctica, en todos los aspectos de nuestra vida, hay que trabajar el antes, durante y después, para conseguir un pleno desarrollo de nuestras vidas.

domingo, 14 de abril de 2013

Motivar para enseñar y aprender



La motivación es el arma principal para poder desarrollar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Para poder hablar de éste proceso debemos tener en cuenta que no todos los profesores, ni todos los alumnos, poseen las mismas actitudes y aptitudes.
Partimos de una base, la educación transmisiva por parte del profesor,  que prevalecía sobre cualquier otro método, una enseñanza unilateral y lineal, dónde el alumno era un mero receptor pasivo de los contenidos que se le enseñaban, y que acababa en un examen, en el cual se vomitaban los conocimientos aprendidos de unos libros que nunca se acercaban a la realidad de la vida.
Para que se produzca un buen proceso de enseñanza-aprendizaje, la escuela debe evolucionar hacia una metodología abierta. El maestro debe ser capaz de captar el interés del alumno, confiando en sus posibilidades de aprendizaje, estimularlos y hacerlos sentir seguros de sí mismos. Debe saber guiarlos hacia el desarrollo del gusto por el saber más, haciéndoles ver la importancia que tiene esto en su desarrollo tanto personal como profesional.
Esta interrelación maestro-alumno no sería completa si el alumno no participase de ese aprendizaje de una forma activa. Como he dicho el maestro debe atender a una serie de métodos para enseñar, pero así mismo, el alumno debe participar de esa enseñanza siendo protagonista de su propia aprendizaje.
El método ABP, es una estrategia de aprendizaje basado en proyectos, dónde el alumno, junto con otros, deben “hacer”. Persigue sumar, a los conocimientos ya adquiridos, otros conocimientos nuevos.
El profesor, como guía, debe presentar un problema, proyecto, tema, dónde los alumnos, deben buscar, entender e integrar conceptos, para después llevarlos a un buen desarrollo.
En definitiva, maestro-enseñanza y alumno-aprendizaje, deben in interrelacionados, los métodos del profesor deben motivar, buscar ideas, métodos, recursos, actividades que sirvan para captar al alumno, hacerlo creativo, desarrollando sus habilidades sociales, sus valores y su autoconfianza, para que a su vez ese alumno motivado, desarrolle el gusto por el hacer, innovar, descubrir, entendiendo el porqué de ello. De ésta manera conseguiremos que, “la profecía autocumplida”, se cumpla siempre en positivo, la confianza de que pueden y poder hacer, lo que nos propongamos.

jueves, 4 de abril de 2013

El maletín del profesor


Hoy en clase de didáctica, hemos estado hablando sobre el contenido del maletín de los profesores.
Este maletín debe contener un curriculum, compuesto por muchos elementos, de los que se valdrá el maestro para desempeñar su función, y dependiendo de su contenido y de la utilidad que le dé, dependerá que sea considerado un buen o mal maestro, claro que esto puede ser algo subjetivo, dependiendo del punto de vista de cada persona.
El maestro llevará a las aulas ese maletín, dónde lo abrirá y sacará sus herramientas. Éstas aulas pueden ser sosas, secas, alineadas, por lo que los niños considerarán ésta “la clase” o bien configuradas a medida de ellos, con sus ideas, sus dibujos, sus colores, sus creaciones, siendo para ellos “su clase”.  Es importante que el maestro consiga un entorno feliz, dónde los niños se sientan cómodos como en sus casas, ya que allí pasarán muchas horas de su vida.
Otra de las herramientas que inevitablemente tiene que llevar un maestro, son los contenidos, que para los niños resulta aburridísimo, algo que hay que estudiar, sí o sí.  Ahí es donde un maestro debe conseguir, con sus herramientas, que esos contenidos llamen la atención del niño, buscando el interés de éstos con recursos varios,  y variadas actividades,  que motiven al niño.
Motivación, ¡que palabra más grande!  Siempre he pensado que la motivación era una característica más, innata del ser humano, sin que interviniera nadie más,  que motivarse dependía de nuestro estado de ánimo: alegre-motivada, triste-desmotivada. 
Llevo toda la tarde dándole vueltas y llego a la conclusión de que no es así, que es todo lo contrario, esté triste o alegre si hay algo que es aburrido y no hay nadie que me motive, no me llamará la atención, pero en cambio esté triste o alegre si hay alguien que me motive, despertará en mi un interés por atender, aprender y participar.
¿Cuántas veces me he dicho: ¡que desmotivada estoy, no tengo ganas de….!  Y llega alguien con una sonrisa, una palabra, un gesto, que te devuelve el interés, las ganas de…?
Por eso pienso que dentro de ese maletín, el maestro debe llevar un gran saco de motivaciones, y no dejar nunca de llenarlo, aprovechando cada pensamiento, cada palabra y cada acción de esos niños, que tanto pueden enseñarnos a nosotros.
Si los motivamos y conseguimos su interés, serán felices y eso nos hará felices a nosotros.

sábado, 23 de marzo de 2013

Entrevista Fernando J. López


Entrevista Fernando J. López
Estamos trabajando en un proyecto sobre la escuela que queremos para hoy, para ello hemos contado con la colaboración de Fernando J. López, escritor y profesor de secundaria.
En la entrevista abordamos temas sobre la relación familia-escuela, la LOMCE y la formación de los docentes.
Fernando piensa que los padres deben tener una mayor implicación en la escuela, preocuparse de la educación de sus hijos, pero a la vez denota la relajación de los profesores en éste tema, lo han ido dejando de lado intentando preservar su espacio, por ello ambos deben recuperar el diálogo, un diálogo que nos enriquece a todos.
En cuanto a la nueva reforma educativa que se está llevando a cabo “Lomce”, piensa que es una reforma antidemocrática, critica de ella la carencia de diversidad, fomentando con ello la segregación en las escuelas, separando los que pueden de los que no, convirtiéndola en desigualadora, cuando lo que buscamos es una escuela de todos y para todos con los mismos derechos e igualdad de oportunidades.
Otro de los aspectos críticos que destaca es el Mecanicismo, las pruebas externas a las que se están sometiendo a los niños, los exámenes.  Éstas truncan el aprendizaje y restan creatividad,  parece ser que esta reforma olvida que la educación está para formar y preparar personas reflexivas.
También destaca como crítica, el desprecio que hay  por las Humanidades, la pérdida del interés por la cultura clásica en pro de otras materias.
En cuanto a la formación del docente, Fernando dice: “se aprende con la práctica” Él lo plantearía desde un punto realista, con tutorías reales de profesores hacia los nuevos compañeros, pero al parecer éste trabajo de los profesores hacia sus compañeros está poco valorado, lo cual exigiría un mayor voluntarísmo e implicación por parte de los tutores.
En cuanto a qué debe cambiar en la educación para crear una escuela de todos y para todos,  Fernando nos comenta que lo fundamental es la autocrítica de todos los que estamos implicados en la educación, desde los padres, pasando por los profesores y alumnos.  Todos somos parte del problema y todos podemos aportar soluciones, no podemos olvidar que la prioridad de todos es la educación y para ello también debe crearse un marco estable dónde se escuche a la comunidad educativa, debiendo existir comunicación y relación entre todos los profesores, sean del nivel que sea, infantil, primaria, secundaria… debemos dejar a un lado que lo nuestro es mejor o más importante, debemos luchar desde dentro para que se nos escuche fuera.
Considerando que la “Educación es un ascensor social”, hace falta en nuestras escuelas diversidad, para que aprendamos a aprender de todos, igualdad de oportunidades y por supuesto formar personas críticas que sepan vivir en la sociedad actual.

viernes, 22 de marzo de 2013

¿Qué escuela queremos para hoy?


¿Qué escuela queremos para hoy?
Después de haber leído los documentos aportados en clase, las entrevistas de compañeros y propias, sé que escuela quiero para hoy.
Pienso que la escuela de hoy debe ir cambiando, empezando por hacer ver a las familias que deben implicarse en la educación de sus hijos, ellos son los iniciadores en las bases culturales,  formación continuada por los profesores al llegar a la escuela.
La escuela debe ser pública, plural, abierta a la diversidad que se ocupe de desarrollar individualmente la capacidad de cada alumno, una escuela de todos y para todos, con igualdad de oportunidades, sin segregación, dónde se fomente la felicidad del  niño, se estimule la curiosidad y la sed por el saber, sin imposiciones ni evaluaciones, un lugar dónde se aprenda a saber vivir con unos valores, no sólo de conocimientos, que hagan de los niños futuras personas críticas y reflexivas, con autoconfianza y autoestima valorando  y respetando al prójimo.
Para todo esto además de la familia necesitamos unos profesores implicados en todo lo anterior y en continua formación, para que puedan ir abordando las problemáticas que la sociedad nos va planteando, pero claro a ellos se les presenta un gran obstáculo, el Estado, las reformas que llegan a la escuela sin tener en cuenta las necesidades de los niños y de la escuela, los recortes que hacen que esa diversidad necesaria para el desarrollo sea prácticamente inexistente, por eso apelamos a la profesionalidad de los docentes, que sepan adaptar los curriculums y las leyes a las necesidades de sus alumnos, que sepan innovar y dejar atrás la instrucción que la nueva ley nos trae, profesores y padres deben unirse en contra de las reformas antidemocráticas que el gobierno pretende imponernos.

lunes, 11 de marzo de 2013

Escolarización a los tres años:¿Educación o comercio?

Mes de Marzo, se abre el plazo de escolarización, niños de tres años que van a empezar una nueva etapa en su vida, dónde van a encontrarse con muchos otros niños y adultos. Una etapa muy importante para el ser humano, es la continuación de unas bases culturales, supuestamente empezadas por la familia, dónde los profesores van a ser una parte importante en sus vidas. Ha llegado a mis oídos, por parte de algunos padres que intentan buscar el mejor colegio para educar a sus hijos, características de colegios, métodos de enseñanza y otros aspectos que ahora os voy a comentar, algunos me parecen que ya rozan el límite, convirtiendo lo que debería ser un lugar dónde formar en valores y conocimientos a los niños, en fábricas, empresas, dónde el dueño, jefe, empresario, como queramos llamarlo, sólo está interesado en hacer negocio con los alumnos.
Os hago referencia a un renombrado colegio de Málaga, concertado por cierto, y no es que tenga nada en contra de ellos porque no todos son iguales, del cual voy a omitir su nombre, que oferta maravillas, grandes espacios, piscinas, pistas deportivas, cuatro o cinco clases por curso en todas las etapas, y sobre todo la educación gratuita de los niños. Qué gracioso me parece esto. Es efectivamente gratuita la educación pero para poder acceder a ella, tienes que asumir sus horarios, sus condiciones, como son: comedor no subvencionado, aula matinal no subvencionada, extraescolares no subvencionadas, ruta escolar no subvencionada, y como no para infantil cuidadoras no subvencionadas. Os preguntaréis a qué viene todo esto, pues viene a qué una de las madres comentaba que para que a su hija de tres años, le cambiasen la ropita interior si se hacía sus necesidades básicas, y aún por madurar en su pequeño desarrollo, pues no todos nos desarrollamos por igual ni físicamente ni psicológicamente, tenía que pagar una cantidad de dinero, pero claro le aclararon que no era obligatorio, pero qué si a su hija había que cambiarla la llamarían para que fuese al colegio ella, porque no había pagado mientras que a los papás que si lo habían hecho, podían estar tranquilos que sus hijos estarían siempre secos. Sinceramente me parece una discriminación y una desigualdad, es más incluso pienso que hay una falta de valores, no creo que eso sea lo más conveniente para un niño que está empezando a aprender.
¿Qué clase de valores están aprendiendo éstos niños?, como es lógico esa madre dice que ahí no lleva a su hija, que prefiere un colegio público, piensa que están comerciando con sus hijos.
¿Qué pensáis vosotros de esto?

Reválidas: replica de un padre

Buenas tardes, os voy a copiar la carta de un padre, publicada en un diario gratuito, 20 minutos, que me parece muy interesante al hilo de mi reflexión anterior en el blog, a ver que os parce:
"La emoción de su primera reválida. 
Cómo padre, recibo con inmensa emoción la noticia de que mi hija de cinco añitos va a realizar su primera reválida, su primer "control de calidad ", así sabré el grado de utilidad que tendrá en esta sociedad y, en caso de no superar los estándares, confío en que con la nueva Ley Wert (LOMCE) sabrán derivarla rápido a algún programa de exclusión educativa, para que no suponga un coste excesivo al sistema. Así podrán orientarla hacia el nuevo modelo laboral tipo Eurovegas.
Mi hijo de ocho años parece más listo, aunque aún sin confirmar por ninguna reválida. Me alegro de que con la LOMCE ya no tenga que cursar Música, Plástica o Tecnología, que distraen, y pueda cursar Iniciación a la Actividad Emprendedora y Empresarial ya desde 1º de la ESO y pueda "competir con éxito en la arena internacional" tal como reza la LOMCE. Así estará en el grupo selecto de los que, trabajando poco, cobran mucho, aunque una inmensa mayoría deba trabajar mucho y cobrar poco, tal como nos aconsejan los responsables de la patronal y nuestros gobernantes, puesto que el sistema no está para mantener enfermos, personas dependientes o alumnos con dificultades" Fernando Arribas Portugués

Cómo veréis, o en mi opinión, según yo veo, éste artículo sarcástico por parte de un padre, parece que está despertando a las familias de lo que está ocurriendo actualmente con la escuela. Este padre considera las reválidas, éste tipo de evaluaciones, cómo segregación a los alumnos, dónde los listos estarán encaminados a los buenos puestos de trabajos bien remunerados y bien vistos por la sociedad, y a los malos los están marginando, sin derecho a la igualdad. Pará mí es un paso hacia delante en lo que a familia-educación-escuela se refiere, ya era hora que los padres abrieramos los ojos a esta situación.

Evaluaciones a niños de cinco años

Hace uso días leyendo un periódico nacional, me tropecé con un artículo de Alvarez, P. (22-03-2013) El País, p.44, dónde decía que Madrid iba a evaluar los conocimientos de niños de cinco años de lectura, escritura, numeración y cálculo, y pensé ¿qué conocimientos se puede evaluar en niños de tan corta edad y a quién se le ha ocurrido esa idea? Tal idea se le ha ocurrido a la Viceconsejera de Educación, Alicia Delibes.
Reflexionando sobre éste artículo, unido al video que vimos el lunes de Francesco Toluchi y al proyecto que tenemos en marcha de la escuela que queremos para hoy, pienso que no podemos permitir que la escuela desde sus inicios enseñe a competir a los niños, unos con otros, ni podemos exigirles que tengan una serie de conocimientos a edades concretas, porque entonces continuaremos con una escuela segregadora, que dividirá a los niños en grupos de listos y torpes, sin igualdad de oportunidades. Pero ésta desigualdad viene producida por la carencia de diversidad en la escuela, no todos los individuos nos desarrollamos por igual, ni poseemos las mismas capacidades de aprendizaje.
Según ésta evaluación propuesta por Delibes, se busca un resultado, llamémosle X, pero ¿qué hay del proceso?, parece ser que éste no tiene gran importancia. Si a esa X la llamamos mano de obra, vemos que quieren evaluar, para diferenciar a los que tienen los mismos saberes y agruparlos, dirigiéndolos en cadena a puestos concretos en la sociedad, ya sean buenos o malos, evidentemente los buenos ocuparán estratos superiores a los malos, creando así un sistema de estratificación social desde la escuela.
Apelando de nuevo a la diversidad ¿por qué hemos de agrupar a niños por edades? ¿No sería más beneficioso que hubiese aulas con niños de distintas edades? Los mayores cooperarían y compartirían sus saberes con los pequeños y a la vez estimularía a ambos.
También hay algo que me llama la atención de ésta evaluación ¿por qué se centra en curriculums concretos? ¿Son éstos más importantes que otros? La música, el deporte, el arte, estos son más creativos, con lo cual el niño se desarrollaría más, pensaría, investigaría, pero claro esto no le interesa al estado, que quiere crear autómatas, sin pensamientos ni criterios propios, es más fácil conducir borregos.
En definitiva, a mi parecer la evaluación que pretende hacer Delibes, va en contra de la escuela que yo quiero para hoy. Queremos una escuela con igualdad de oportunidades para todos, sin segregación, con diversidad, dónde además debe existir sin ninguna duda la disciplina y la autoridad del maestro, que debe estar preparado para ello, porque esta escuela también se ocupará en preparar buenos maestros para tales proyectos. Queremos una escuela con material escolar adecuado a las necesidades tecnológicas actuales, pero además necesitamos tener el material escolar que el propio alumno puede aportar, sus pensamientos. Debemos empezar a construir una escuela dónde maestro-familia vayan unidos para aportar a los niños las bases culturales y empezar a enseñar de hoy para mañana pero un mañana de futuro.

Mi experiencia escolar

Bueno chicos, ya veo que os estáis lanzando con vuestros comentarios personales, los voy leyendo y son muy interesantes, además de compartir lo que estamos aprendiendo en las clases, estáis compartiendo vuestras inquietudes y pensamientos, espero poder publicar pronto alguno de los míos, ya que se me agolpan las ideas, además, creo que va a ser muy productivo pues podré compartir la enseñanza que recibí, que es bastante distinta a la vuestra, por parte de algunos de mis profesores, aunque no todo lo aprendido está relacionado con la escuela, como bien sabéis los agentes externos también nos influyen. Tampoco quiero generalizar puesto que también contaba con muchos profesores que estaban adelantados a su tiempo, hubiesen encajado perfectamente en ésta etapa que ahora vivimos, pero también los había, como no, autoritarios que sólo se preocupaban de enseñar el curriculum, obviamente para ellos era más cómodo, pero también me hace pensar que era la enseñanza que ellos también habían recibido. Es evidente que hay que aprender a seguir aprendiendo para que los futuros docentes no sólo se preocupen de los textos que es una base primordial,sino que aprendamos a enseñar muchos otros valores para formar personas libres, seguras de sí mismas, con sus pensamientos y reflexiones, para que ellos en un futuro transmitan a los demás todo lo aprendido, así conseguiremos una sociedad con personas que no sean individualistas, sino una sociedad que se preocupe por el bien ajeno, pues al fin y al cabo, la vida es un boomerang, lanzas y recibes lo mismo, desea para los demás lo que deseas para ti. Buena suerte para todos y ánimo que el esfuerzo nos da motivación, sino fijaros en ésta novata que os escribe que hasta hace poco no sabía ni que era word, y ya he conseguido, con muchísimo esfuerzo, mi propio blog, eso motiva os lo aseguro, así que arriba que podemos, todos a una.